Deslengua es un libro de cantares, coplas, tankas, falsas calaveritas, jaicus asonantados, repentes, juguetes líricos..., es decir, de palabras listas para entrar en acción y ser dichas o cantadas, aunque también se puedan leer en silencio y al descuido en cualquier sitio.
“Sus aforismos, que bordean a veces la greguería y la metáfora vanguardista, son puro goce lingüístico, verbal e imaginativo, pero goce nacido para ser compartido, alegría casi infantil y primitiva que nace del descubrimiento y del juego y nos hace sentirnos también creadores de mundo. Este jugueteo verbal inteligente, intenso y veraz es, tras su apariencia humilde, vital, profundo y revelador de una intensa originalidad. Carmen Camacho tiene voz y timbre propios”. José Ramón González
Deslengua es un libro de cantares, coplas, tankas, falsas calaveritas, jaicus asonantados, repentes, juguetes líricos..., es decir, de palabras listas para entrar en acción y ser dichas o cantadas, aunque también se puedan leer en silencio y al descuido en cualquier sitio.
Esta antología reúne una selección crítica de aforismos imaginistas, fragmentos y antiaforismos de 48 autores que optaron, sin renunciar al pensamiento, por pensar con la mirada. Imágenes, símbolos y metáforas a través, los aforistas aquí convocados logran abrir y trasponer el sentido hasta alcanzar hondas significaciones.
Segundo título de aforismos poéticos de Carmen Camacho, es decir, de minimás, es decir, de “calambres exquisitos, voces de la calle, el remate o el regate del pensamiento, plomillos, una interrogación con su cáncamo y su espiche, un verso suelto, las chispas que saltan de los sueños. Lo infinitesimalmente grande”.
Por favor, sea breve. Breve y poética, y punzante, asombroso, exacta, vibrante, polimorfo, emocionante, volandero. Escueta y máxima. Esa fue la consigna dada en el taller de tallar palabras preciosas en forma de aforismos y otras breverías que, bajo el título "Fuegos de Palabras", impartió en mayo de 2014 la poeta Carmen Camacho dentro del programa "Escritorio" del Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla (CICUS).
“Libres de ataduras de género, las prosas aquí reunidas se resisten a ser etiquetadas: relatos propiamente dichos, poemas o esbozos líricos, apuntes de la realidad tomados al vuelo o aforismos, que aparecen asociados a una mirada insumisa que se proyecta en varios frentes, vinculados a la experiencia personal o a referentes escogidos, pero la rebeldía que plantean tiene que ver con la imaginación creadora y se expresa, sobre todo, a través del lenguaje.” Ignacio F. Garmendia.
Las versiones de Eva que tienen en las manos son algunas de las seglares escrituras que esta que es una y, más que trina, múltiple: fragmentos de los libros Campo de fuerza, La mujer del Tiempo, 777 y Arrojada, también algunas miniaturas de Minimás; esto es, una parte de los versos varios y pintos que ya no sé si compuse o si más bien ellos me componen a mí.
Versos, coplas, jaicus, bromas… Letra pequeña es un cuaderno de cantares cuya escritura trata de arrimarse a cómo se dice y canta la razón común y la tradición popular. Un juego con la lengua común y con las artes del lenguaje venidas de la tradición anónima y oral, nunca sometida del todo a la Literatura.
Todo cuerpo en un campo de fuerza conoce la desmesura y el equilibrio, la gracia y el miedo, la voz no vectorial de los azares. Todo cuerpo, todo el cuerpo. Rompe y se rompe, cruje y resiste, se endereza la falda, se imanta, se polinuclea. Reza a Heráclito, respira por las grietas. Con suerte, aprende a ser movido por la luz. O eso dicen las señales de vuelo, canto y silencio de ciertos pájaros en este cielo.
La mujer del tiempo es la mujer en el tiempo, y en su tiempo. Y del tiempo (fresca, quizá). Está expuesta a las inclemencias del Tiempo, en toda su acepción. Tantas veces sin tiempo, el reloj estrangula la muñeca. Sabe que vendrán otros tiempos y sabe de un tiempo no tiempo, clase supra. A él viaja con la poesía.
“A medio camino entre el aserto filosófico, del que se aleja por una especie de movimiento de muñeca poético, y del poema, al que finta con resolución filosófica, las minimás de Carmen Camacho propician un sentido reticular que va ocupando un muy insólito territorio de identidad y de pasmo, sin otra ve que la del asombro y sin otro norte que el de un lenguaje que se ha levantado irónico, pizpireto, revoltoso, centrífugo… y exacto.” Manuel Moya
“A medio camino entre el aserto filosófico, del que se aleja por una especie de movimiento de muñeca poético, y del poema, al que finta con resolución filosófica, las minimás de Carmen Camacho propician un sentido reticular que va ocupando un muy insólito territorio de identidad y de pasmo, sin otra ve que la del asombro y sin otro norte que el de un lenguaje que se ha levantado irónico, pizpireto, revoltoso, centrífugo… y exacto.” Manuel Moya
Encomendada al siete. 7 textos de a venir, 7 de devenir, 7 de porvenir, para conjurar la alianza de los amores que se transforman para continuar siendo gran amor.
“Escrito en unos meses o quizá en unos años, Arrojada es la historia de una vida tan joven como intensamente vivida, explotada y devorada en todo lo bueno y sublimada en sus canalladas desde la sensibilidad y valentía de quien sabe hasta embellecer lo más rastrero. Es esta caja mágica de sentimientos muestra de lo que significa ser humana en la expresión más pura y descarnada de esa palabra.” Yolanda Caballero